martes, 9 de octubre de 2012

Atenas


Se puede ver en sus rostros la furia, la ira de sus golpes y brillar la rabia en sus ojos.
Un hombre desnudo que corre por la carretera, se aleja de la muerte para acercarse a la guerra
En la misma tierra y bajo el mismo cielo en el que creció el ser humano, ahora se marchita y mengua.
Es el ser humano incapaz de hacer nada. Es el ser humano nulo. El ser humano sin alma.

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